A veces, se produce una confusión cuando se habla de hosting, hosting tradicional o web hosting, y cloud hosting o hosting en la nube. Términos muy usados en los últimos tiempos, pero que para alguien no tan experimentado en el tema, pueden resultar confusos.
Y vos, ¿Sabés cuáles son las diferencias entre uno y otro?
Hosting Tradicional
El hosting tradicional, en general, consiste en ofrecer recursos en un ambiente computacional que hospeda aplicaciones, soluciones de Tecnología de la Información –TI o IT– y activos varios.
Por ejemplo, el hosting de un sitio web, de una base de datos, de un sistema de Customer Relationship Management –CRM o gerenciamiento de las relaciones con los clientes–, de una tienda de e-commerce, de un blog.
El hosting tradicional comprende la contratación –por parte de una empresa cliente– de un alojamiento o “lugar” en un servidor físico. Este alojamiento contratado brinda ciertas funcionalidades limitadas por el servidor. A la vez, ese servidor puede ofrecer alojamiento a distintas empresas clientes.
Cloud Hosting
El cloud hosting o hosting en la nube no se centra en un servidor sino que la información se aloja en diferentes nodos de la red de Internet. Es decir, que no se halla en un único servidor físico o máquina.
Ya no es necesario contar con voluminosos equipos de computación.
Por otro lado, este tipo de hosting se enmarca en la llamada cloud computing o computación en la nube, donde ya no es necesario contar con voluminosos equipos de computación –servidores, terminales, switchers– sino que a la empresa cliente le basta con poseer acceso a los servicios de esos equipos.
La compra, actualización y mantenimiento de esos aparatos o hardware queda a cargo del proveedor de servicios de cloud hosting. Algo similar sucede con el streaming –con compañías como Netflix y Disney+–, en el que las personas clientes optan por el acceso a las películas y las series, antes que tenerlas almacenadas en sus PC y notebooks, o en los antiguos DVD.
Si bien la cloud computing ha tenido un enorme auge en los años recientes, esa idea nació en 1960. En ese año, el especialista en informática John McCarthy vaticinó: “Algún día, la computación podrá ser organizada como un servicio público”.
El mismo experto acuñó ya por esos años los términos “cloud computing” e “inteligencia artificial”.
Las diferencias
Disponibilidad
En el hosting tradicional, si el servidor deja de funcionar la empresa cliente que contrató el servicio se queda sin él. Todo depende, entonces, del funcionamiento de un equipo en particular, por lo que los riesgos son realmente altos.
En cambio, con el cloud hosting la caída de uno de los nodos de la red no incide en el servicio brindado ni en el funcionamiento del conjunto. Si un nodo cae, su carga de trabajo se deriva a otro y el usuario no nota el cambio ni observa una mayor lentitud. Es un servicio garantizado y transparente.
Este es un punto fundamental a tener en cuenta al contratar un plan de hosting y evaluar proveedores, ya que sus centros de datos son pilares fundamentales para garantizar la alta disponibilidad del servicio y su alto rendimiento.
Sin pérdida de información ni de datos
En el hosting tradicional, si se produce una falla se pueden perder para siempre la información y los datos acumulados, a menos que se hayan hecho copias de seguridad.
Con el cloud hosting, la información y los datos están replicados –o duplicados– en distintos modos. Además, funciona un sistema de backups periódicos. De ese modo, la posibilidad de pérdida es casi nula.
Ilimitados recursos
Cuando se utiliza el hosting tradicional, los recursos de computación y almacenamiento tienen un límite. Ese límite está dado por la capacidad del servidor del proveedor del servicio.
Con el cloud hosting, los recursos son elásticos, prácticamente gigantes y, así mismo, los niveles de servicio se incrementan a medida que se hace necesario, tanto en una sola oportunidad como de manera escalonada. Estos planes de cloud hosting dan la posibilidad de ampliarlos a medida que el consumidor del servicio lo requiere. También, ello implica que se abona exactamente por lo que usa.
¿Pero es malo el hosting tradicional?
No, como todas las cosas, no puede decirse que el hosting tradicional sea 100% negativo.
Sí se puede afirmar, de modo categórico, que es riesgoso y poco adecuado para las necesidades actuales de la industria, y en cierto modo va contra las nuevas corrientes que marcan que el modelo de cloud computing es el que se impone.
Eso sucede no solo en las grandes empresas clientes que usan cloud hosting, sino también en las pymes y microempresas que se han inclinado hacia esta opción, que les brinda alojamiento web de fácil acceso y excelentes prestaciones.
¿Qué servicio usas en tu organización? ¿Hosting tradicional o cloud hosting?